PP de Madrid

El entorno de Ayuso: «No es incompatible hablar de los problemas de los españoles y del congreso»

Isabel Díaz Ayuso
Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Las posiciones de Génova y la Puerta del Sol sobre el congreso del PP de Madrid siguen en el mismo punto que el primer día. La esperada fotografía entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso no ha alterado los planes de cada una de las partes implicadas y el pulso amenaza con extenderse, al menos, hasta que el cónclave se convoque. Desde la dirección nacional se intenta enfriar el debate público dirigiendo la atención a su trabajo como alternativa a las políticas socialcomunistas y el mensaje es claro: «Hay que hablar de los problemas de los españoles» y no de cuestiones internas. Así se ha comunicado ya a los diferentes cargos nacionales que, día sí día también, se ven en la tesitura de responder ante los medios sobre sus debates orgánicos. El argumentario no ha llegado al entorno de Ayuso, donde aseguran desconocer tal instrucción con la que, por cierto, concuerdan totalmente. No obstante, precisan también que una cosa no quita la otra y que, aunque el objetivo común debe ser desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa y hablar de la alternativa del PP a la crisis social y económica del país, eso «no es incompatible» con defender que el cónclave deba celebrarse lo antes posible.

La posición de Génova sobre la fecha del congreso no ha variado. Se remiten al acuerdo de la junta directiva nacional -primer semestre del año- y sus planes lo sitúan en mayo o junio. La presidenta madrileña siempre ha insistido en que debe celebrarse cuanto antes, con el propósito de tener a punto el partido de cara a las elecciones locales y autonómicas de 2023. Las fuentes regionales consultadas recuerdan, en este punto, las 55 gestoras en el PP de Madrid (11 en distritos de la capital y 44 en municipios) y también señalan que el acuerdo sólo establece que el congreso debe celebrarse  a lo largo de todo un semestre, y eso implica «de enero a junio». Por ello, valoran, será Génova, la que, en su momento, «tendrá que dar explicaciones» sobre la fecha elegida.

Otra cuestión en conflicto es quién debe presidir la organización madrileña. Ayuso se siente legitimada por los apabullantes resultados electorales del 4-M y desde su entorno suelen referirse al ejemplo de otros barones que también lideran el partido. Génova se ha limitado a afirmar que «al congreso se presentará quien quiera», lo que ha dado pie a las especulaciones sobre una candidatura alternativa de José Luis Martínez-Almeida.

La relación entre alcalde y presidenta siempre ha sido excelente y ambos saben del potencial de su ticket electoral. Ayuso acostumbra a elogiar al también portavoz nacional del PP y, en una reciente entrevista con OKDIARIO, avanzó incluso que está dispuesta a integrarlo en su lista. Esa candidatura de consenso es la apuesta preferida de los distintos cargos consultados y cobra fuerza entre los barones del PP quienes, como publicó este periódico, entienden que es «la única solución». También lo ven así en el círculo de la presidenta. «No hay otra opción», señalan. En la dirección nacional, remitiéndose a la necesidad de preservar la neutralidad, descartan valorarlo hasta que el congreso se convoque.

Frente a las diferencias, sí existe un punto fundamental de acuerdo entre una y otra parte. Y es impulsar el proyecto del PP para sacar de La Moncloa a Pedro Sánchez y sus socios. En Génova quieren pasar ya página del ruido interno y centrarse en su trabajo de oposición a varios niveles, en el Congreso y en la calle. Con las encuestas electorales claramente a favor, en las últimas semanas se han intensificado los contactos con los sectores afectados por las políticas socialcomunistas. Y así seguirá siendo en los próximos meses. Por eso, el reto es que esa labor, ardua, no se vea distraída y empañada por los debates internos.

En ese proyecto común, la visibilidad de las políticas de Ayuso es indudable. A nivel económico, por el motor que la Comunidad de Madrid supone para el resto de la economía nacional. La región ha liderado en España la afiliación a la Seguridad Social en noviembre, con 39.000 nuevos trabajadores. «Es la que más empleo crea de todo el país, concretamente el 63% del total nacional», responden desde el gobierno de Ayuso. A ello se añade el impacto de su política fiscal de impuestos bajos, un aliciente sin rival para las empresas de todo el país.

A nivel social, la aprobación de los Presupuestos es un impulso a las políticas de desarrollo y progreso. Las cuentas incluyen algunas medidas de gran impacto, como la creación de un cheque de 14.500 euros para proteger la maternidad. «Son un contrapeso y una forma diferente de hacer las cosas a lo que está sucediendo en el Gobierno de la Nación», celebró la presidenta madrileña.

Ayuso, además, suele pronunciarse sobre asuntos de la política nacional- como los pactos de Sánchez con Bildu y el intento de blanqueamiento de los proetarras o la reforma de la Ley de Seguridad Nacional- y sus opiniones se convierten en un potente altavoz de la oposición al Gobierno.

Este lunes, Casado y Ayuso tendrán una nueva ocasión de desinflar la tensión, al menos en público. Tras el encuentro del miércoles, en el que se mostraron más bien tibios entre la bruma de periodistas y fotógrafos, muchos esperan que esa cita suponga un paso más hacia una cierta normalidad.

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